Un interesante encuentro el que se llevaría a cabo entre el ganador de la Champions (Liverpool) vs el campeón de la Europa League (Chelsea) que se disputaría en el mítico Besiktas Park en Estambul, donde el Liverpool tiene grandes recuerdos.
Dentro de las primeras novedades que nos traía la final es la árbitra Stepahanie Frappart, quien se encargó de pitar la final de fútbol femenil y se encargaría del compromiso; además de la sensible baja de Alisson y las molestias de Firmino, quien no podría partir de inicio por parte de los reds. Y por otro lado, el Chelsea venia de perder dolorosamente frente al Manchester United 4-0 en Premier, asimismo de perder para esta temporada a su máximo referente en el ataque como lo fue Eden Hazard, pero aun así, confiaban en que de la mano del joven Christian Pulisic y de su DT Frank Lampard los llevara a alzar el título.
Adentrándonos al partido, se observa que ambos equipos arrancaron con 4-3-3 de inicio, donde el once de ambos seria:
Ya observando el comienzo del encuentro, noto lo suelto que está el Chelsea, con toques de primera y con buenas acciones en medio campo, inclusive, teniendo una muy buena llegada al minuto 10 del compromiso donde Pedro le pone una tremenda asistencia a Giroud quien falla al cruzarla demasiado, además de un remate de Pedro al minuto 21. Por su parte, el Liverpool llegaba ineficazmente y sin profundidad al Chelsea en los primeros compáses del encuentro, haciendo notoria la ausencia de Firmino pues no tenía nadie que le estorbara a los centrales para hacerles perder la marca o quien asistiera de primera y descolocara la defensa rival, yo diría que apostando más por el juego físico y la asociación Salah-Mané.
Llegando al minuto 27-33, se generaron varios tiros de esquina que el Liverpool casi aprovecha para irse adelante en el marcador, demostrando el poderío en el juego aéreo, arma que les puede ser de mucha utilidad a lo largo de la venidera campaña (sino deberían preguntarle al Barcelona); en contraparte, Lampard debe mejorar a los suyos urgentemente el orden táctico para defenderse al momento del juego aéreo, ya que de milagro no les marcaron sobre todo la opción que tuvo Mané.
Pero lo mejor del primer tiempo pasó al minuto 35 con esa enorme asistencia de Pulisic en diagonal, para habilitar a Giroud y dejarlo mano a mano,quien definió de manera cruzada para colocar el 1-0 a favor de los Blues. Y a los pocos minutos de haber hecho el primero, un fuera de lugar al minuto 39 le quito, lo que sería una joyita del Estadounidense, terminado así el primer tiempo.
En conclusión, fue un primer tiempo entretenido, donde destaco la actuación de Pulisic, Pedro y Kanté por parte del Chelsea, teniendo un juego asociado rápido y veloz, tanto en campo abierto como en espacios reducidos, dándose el lujo de saltarse las líneas de medio campo en un par de ocasiones, demostrando que tiene un buen plantel, pero con una banca muy floja a mi parecer. Por su parte, el Liverpool jugó bien este primer tiempo, con una defensa bastante sólida iniciando por su portero Adrián, quien demostró ser de garantías cuando se le requiera, conjuntamente con un medio campo muy físico (típico de Premier) y rápido. Aunque, demuestra que depende a veces exageradamente de la explosividad de ese tridente demoníaco que tienen adelante, sorprendiéndome que utilizara de arranque a Chamberlain (un jugador de características más física y quién tenía un largo tiempo de inactivo por lesión) en lugar de Shaqiri a perfil cambiado por derecha (con toque más preciso favorable al juego asociado) y a Mane como falso centro delantero, haciendo el trabajo sucio de Firmino para desacomodar a la veloz defensa del Chelsea.
Como un plus, la arbitra Stepahanie Frappart tuvo un primer tiempo de buen nivel, utilizando adecuadamente el VAR de forma rápida y sin parar constantemente el juego (cof cof copa América cof cof), sobre todo me gusto que dejara seguir las jugadas de fuera de juego hasta el final cuando son dudosas, quien para su servidor es una nueva regla que ella junto con la terna arbitral supieron llevar.
El brasileño (Firmino) ingresó en el descanso, sustituyendo a un desparecido Oxlade-Chamberlain, y devolviendo a Mané a la banda izquierda. Nada más empezar la segunda parte, una segunda jugada ganada por Fabinho dejó a Firmino en el área, que asistió a Mané para el empate. Pero el impacto de Roberto en el partido fue mucho más allá que esa asistencia, ya que con sus apoyos y controles orientados consiguió girar las líneas del Chelsea, hundió en su campo a los de Lampard, y encontró constantemente a Mané y Salah para que amenazaran.
Especialmente dañino estuvo el senegalés, buscando rupturas a la espalda de Azpilicueta. Le costó mucho más salir al Chelsea, que contó con alguna buena conducción de Christian Pulisic, y posteriormente las recepciones entre líneas de Mason Mount. Pero el Liverpool controlaba el partido y solo una brutal parada de Kepa Arrizabalaga evitó otro gol “red”. Tras esto se llegaba a la prórroga.
Seguía dominando el partido el Liverpool en la prórroga, que además contó con el ingreso de Alexander-Arnold para añadir profundidad por el costado derecho. En esa parcela estuvo bien defendiendo Kurt Zouma (7 despejes, 3 intercepciones) y ayudando en las coberturas a Emerson.
Finalmente, el 2-1 llegó tras una pérdida de Pedro y una transición liderada por Sadio Mané y el apoyo de Firmino. Sin tiempo para lamentarse, una buena apertura de Jorginho a la ruptura de Pedro acabaría en el penalti del 2-2. El joven Tammy Abraham fue quien provocó el penalti, y también sumó con apoyos y yendo al choque para que su equipo ganara metros. En un escenario de posesión dividida, el Chelsea encontró transiciones para poder llevarse el partido, pero en esta historia existiría un villano que se convertiría héroe en la posterior tanda de penaltis, su nombre; Adrián San Miguel siendo totalmente un héroe inesperado de la noche deteniendo el penalti a Abraham (curiosamente a quien le cometió el penal) y dando un título más a las vitrinas de Anfield Road.
Articulo escrito conjuntamente con Erasmo Parra
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